En esta tercera aportación de la mini-serie sobre las finanzas públicas os presento un artículo de opinión publicado por Financial Times el 7 de abril y titulado Eastern Europe won’t pay what it can’t pay ("Europa Oriental no va a pagar lo que no puede pagar"). El autor, Michael Hudson, cuenta los hechos desde dentro porque es el principal consejero económico de un centro de estudios de Letonia.
Hudson explica que varios países de Europa Oriental tienen un grave problema financiero porque se han endeudado mucho en divisas extranjeras, sobre todo en euros. Cita los casos de Letonia, a la que han dado préstamos sobre todo bancos suecos, y Hungría y Rumania, que le deben principalmente a bancos austriacos. En la actual situación de grave crisis económica esas deudas se han vuelto "demasiado altas para pagarlas".
Cuando un país se endeuda demasiado la solución clásica es devaluar la moneda. Esto es lo que hizo por ejemplo Roosevelt en Estados Unidos en los años 1930. Así los acreedores pierden a corto plazo pero el país puede recuperarse y a largo plazo la solución puede ser buena para todos. Sin embargo, si la deuda se ha contraído en divisas extranjeras el país no puede librarse de ella devaluando. Por ello, los países de Europa Oriental han tenido que recurrir al Fondo Monetario Internacional, que les está concediendo préstamos pero a cambio de duras medidas de austeridad que no hacen más que agravar la crisis.
Lo que propone Hudson es que los países de Europa Oriental salgan del círculo vicioso declarando la bancarrota o bien, en una opción algo menos radical, reconvirtiendo la deuda a sus divisas nacionales y luego haciendo devaluaciones masivas. Naturalmente los bancos extranjeros saldrían perjudicados en ambos casos pero, como dice Hudson, "al fin y al cabo, los gobiernos representan a sus electorados nacionales. Los bancos extranjeros no votan."
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